El precio de conducir un automóvil para quienes padecen una discapacidad poco común
y por ello requieren adaptaciones avanzadas "de alta tecnología".
REFLEXION 1:
Todos conocemos la existencia de adaptaciones para posibilitar conducir a quienes padecen una discapacidad
física mediante la instalación de mandos tipo palanca junto al volante, los cuales sustituyen a los pedales.
Lo que quizás no se conoce tanto, son las posibilidades que existen para quienes por su tipo de limitación
no pueden conducir utilizando las adaptaciones típicas mas comunes, es decir freno acelerador de palanca
y pomo en el volante.
Y ciertamente, quienes por nuestro tipo del imitación no podemos utilizar estas adaptaciones comunes,
lo tenemos francamente complicado para poder conducir, a pesar incluso de que hace poco mas de uno o dos
años, al parecer ya se ha autorizado en España la conducción utilizando modernos sistemas electrónicos tipo
joystick. Un tipo de adaptación, gracias a la cual no es necesario aplicar la fuerza física para accionar los mandos del
vehículo e incluso el mismo volante.
Tales sistemas homologados, ya se vienen utilizando con normalidad desde hace bastantes años en
diversos países de Europa como Alemania, USA, Reino Unido, etc.., aportando así una solución a limitaciones
especiales como las que padecemos los afectados por distrofias musculares, esclerosis o amputaciones
de ambos miembros superiores entre otros.., los cuales anteriormente no teníamos opción alguna para conducir.
No obstante, en nuestro país a pesar de la reciente autorización para instalar este tipo de adaptaciones
y conducir con ellas, aún queda un largo trecho para que quienes las requerimos,
podamos tener la oportunidad de realizar las prácticas, examinarnos y equipar un vehículo con dicho
sistema en igualdad de condiciones a cualquier ciudadano sin discapacidad.
Ello es así porque en primer lugar, aún son a penas existentes los centros de formación (autoescuelas)
dotados de este tipo de adaptaciones avanzadas. Lo cual implica que si se reside en otra región y
se desea obtener el carnet de conducir, hay que desplazarse hasta donde se encuentre una de ellas,
sin que hasta el momento nadie nos cubra los gastos de alojamiento, de asistente personal, etc..,
que requerimos, al ser personas en su mayoría con una gran limitación física.
Por otro lado, tampoco existe un protocolo por el cual cuando una persona con estas limitaciones
especiales pretende obtener el carnet de conducir o renovarlo conforme a su discapacidad, pueda ser
evaluado "por la autoridad competente en expedir los permisos de conducción",
para determinar que tipo de adaptaciones concretas necesita, y a partir de aquí orientar
a la persona o tramitarle las ayudas pertinentes para que pueda asistir a un centro de formación
adecuado que cuente con las adaptaciones que requiere su caso.
Por lo que en la actualidad, los interesados, tenemos que irlo haciendo por intuición, a menudo
navegando al pairo y sin ninguna asesoría ni apoyo oficial. De modo que si llegamos "por casualidad"
a una de estas autoescuelas de tecnología avanzada "ya que oficialmente nadie nos asesora",
tenemos nosotros mismos que correr con todos los gastos de formación, alojamiento, etc..,
que lógicamente no son una pequeña cuantía, sino "bastante dinero". Una brutal
desventaja que no padece ningún otro ciudadano sin discapacidad y de la cual, ni los servicios sociales,
ni la autoridad de tráfico competente se hacen cargo para lograr una compensación.
Posteriormente, en el supuesto de haber logrado obtener el premiso de conducir satisfactoriamente y
de haber corrido con todos los gastos, pasamos a otro problema aún mas grave:
“La adquisición del vehículo y su posterior adaptación”.
Dado que este tipo de mandos para conducir "tipo joystick" son de avanzada tecnología, su coste
es bastante elevado, por lo cual estamos hablando de cantidades que superan con creces los 18.000 euros,
a veces incluso los 30.000 ó 50.000, dependiendo de la limitación física de la persona y por tanto del tipo de
adaptación/es que necesita.
A todo ello, debemos de añadir la adquisición de un vehículo adecuado que admita la instalación de este
tipo de mandos (un modelo tipo mono-volumen o similar), el cual requerirá en la mayoría de los casos otra
compleja adaptación, consistente en modificar la carrocería mediante una seria reforma para posibilitar
el acceso al interior con la misma silla de ruedas, así como la instalación de una rampa o elevador y
un equipamiento adecuado que posibilite realizar la conducción desde la misma silla.
El resultado final, es un vehículo cuyo precio total no será inferior a 60.000 ó 90.000 Euros.
Evidentemente, son muy pocas las personas que padeciendo una compleja discapacidad de este tipo,
aún habiendo logrado obtener el permiso de conducir con un gran esfuerzo económico “muy superior
al de cualquier persona sin discapacidad”, tienen posibilidades económicas de adquirir un vehículo
a este coste, y como sabemos; las ayudas y subvenciones actuales para la adaptación y adquisición
de un vehículo en estos casos, son muy inferiores a las cantidades económicas que aquí se exponen.
De modo que algo debiera de cambiar.
Sugerencia para una posible solución:
Y a partir de aquí, asesorar a la persona y cuando proceda por la complejidad de su caso, enviarla
a un centro de formación especial de conductores para estos casos, el cual cuente con este tipo de
adaptaciones en sus vehículos de prácticas y examen.
Y en el caso de que dicho centro de formación especial, se encontrase en otro ámbito geográfico
diferente al lugar de residencia del afectado, tramitar una solicitud oficial de ayuda ante la
administración que corresponda, a fin de cubrir los gastos de alojamiento y asistente personal a la
persona durante el tiempo que deba de permanecer asistiendo al centro de formación.
De modo que "el interesado solo deba de costear una cantidad similar a la que corresponda por
la obtención de un carnet de conducir común" a cualquier otro ciudadano sin discapacidad.
Ya que no comprendo porqué cuando no se posee una discapacidad, es posible acceder a una amplia variedad de
ofertas, descuentos, etc.., y por en contrario, a las personas que estamos en estas situaciones de
discapacidad; el coste de dicho carnet se nos multiplica hasta unas cantidades desorbitadas, ilógicas e
inalcanzables.
Así mismo, en cuanto a la adquisición del vehículo; en aquellos casos en los que por la limitación de
la persona sean precisas estas adaptaciones especiales de alto coste, debería de considerarse por
la administración (Servicios Sociales) una subvención especial, de forma que el afectado "solo deba de
costear el precio del automóvil".
Creo que todo ello es lo mínimo que se puede pedir en estas situaciones de complejas discapacidades
para que la igualdad social que garantiza la Constitución Española sea plenamente efectiva.
Recordemos que no se está hablando de un artículo de lujo, sino de un medio de transporte “elemental”
para quienes no tienen forma de desplazarse por sus propios medios físicos, el cual en muchos casos y
dependiendo del lugar en donde se reside puede convertirse en la única alternativa para el desplazamiento.
No podría concluir sin hacer énfasis en que
Enrique G Blanco.
REFLEXION 2:
Con relación a la diversa información que está apareciendo en Internet sobre las nuevas adaptaciones que
posibilitan la conducción de un automóvil a personas con limitaciones especiales de movilidad, como los afectados
por enfermedades musculares, esclerosis, etc..; sorprende que en las informaciones que aparecen al
respecto, el precio de estos equipos ya instalados y con vehículo incluido ronden una cifra no inferior a 90.000 euros,
es decir; quince millones de las antiguas pesetas.
Es paradójico y surrealista que a una persona que padece una discapacidad compleja, la salga la posibilidad o necesidad
de conducir un automóvil al precio de una vivienda. Tal circunstancia no garantiza la igualdad que la Constitución Española
reconoce para todos los ciudadanos, pues a ninguna persona sin discapacidad le cuesta un vehículo semejante disparate
de precio, "ni siquiera a un millonario que decida comprarse un coche de lujo". ¿Cómo cabe en la mentalidad de alguien
vender algo necesario para las personas con gran discapacidad a semejante precio?
La precariedad económica, social y laboral en la que nos encontramos inmersos la gran mayoría de personas que padecemos
una gran discapacidad es muy elevada. Cabe preguntarse entonces ¿quién puede conducir a ese coste? y
¿para que sirve entonces dicha tecnología?
Desde luego, yo les puedo asegurar como discapacitado que a pesar de lo necesario que me sería un vehículo para
mi movilidad y mi encanto por conducir; si dispusiera de la remota posibilidad de que una entidad bancaria me
concediese un crédito de 90.000 euros, los invertiría en una vivienda digna que ni siquiera tengo, pero nunca en
algo así y creo que ese es el pensamiento mas lógico de cualquier persona con una enfermedad de este tipo y
probablemente incluso también de quienes no padecen ninguna discapacidad y se viesen en un dilema
similar para conseguir un vehículo.
Pero lo cierto es, que dada la situación, quienes padecemos este grave problema,
no tenemos opción a un vehículo, lo que implica una "grave exclusión social"
y una imposibilidad para nuestra movilidad, pues para muchas personas en estas situaciones,
dependiendo del lugar donde se resida (en las pequeñas poblaciones a menudo ni existe transporte
público adaptado), el automóvil puede convertirse en la única alternativa para sus
desplazamientos.
Por tanto, cabe preguntarse: ¿no existen en el mundo adaptaciones para nosotros mas económicas?,
y de no ser así y tampoco ser posible unas ayudas sociales adecuadas que las compensen;
¿porqué no se fabrica en España un vehículo familiar "de diseño universal"
a un precio moderado, el cual sea posible conducir en estos casos?.
Estoy seguro de que tenemos ingenieros, formación y tecnología para ello.
Enrique G Blanco.
Problemática social y posibles soluciones.
"Dos reflexiones, una misma conclusión".
Desde mi punto de vista, el primer paso debe de consistir en crear "por parte de la autoridad
de tráfico competente y en coordinación con los servicios sociales"; unos protocolos oficiales a seguir,
mediante los cuales, cualquier persona con este tipo de discapacidad especial que desee obtener el
carnet de conducir, pueda ser sometido a una primera evaluación y valoración por parte de una unidad
especializada en estos casos (dependiente de la autoridad de tráfico). La cual, cuente
con simuladores-evaluadores equipados con todo tipo de adaptaciones existentes para conducir,
incluidos estos joysticks. Mediante todo lo cual, pueda determinarse en cada caso concreto y al máximo
detalle, que es lo que cada afectado requiere.
Septiembre de 2009, (actualizado en 2011).
Proyecto social pedagógico Abedul.
Febrero de 2008, (actualizado en 2011).
Proyecto social pedagógico Abedul.