Cuaderno marginal de la discapacidad de Proyecto Abedul.

 

Experiencias:
Viajar en tren de cercanías con mi silla de ruedas.
Problemática de los andenes respecto a los nuevos trenes accesibles.

Dificultad de las personas con silla de ruedas para acceder a los nuevos trenes adaptados.

Deseo exponer en este espacio mis observaciones durante un recorrido experimental con mi silla de ruedas en uno de los nuevos trenes de cercanías adaptados para personas con movilidad reducida "CIVIA", que poco a poco se van implantando en los diversos trayectos de las líneas de cercanías.

El recorrido para el que adquirí un billete de ida y vuelta fue Madrid – Aranjuez, de unos 40 Km de distancia. El acceso al tren desde el andén de la estación de Atocha fue estupendo, pues el convoy al abrir las puertas habilitadas para el acceso de personas con silla de ruedas, extrae automáticamente una pequeña plataforma horizontal para cubrir el amplio hueco existente entre el vagón y el andén. Una plataforma al mismo nivel del andén.

Accedí al interior con facilidad, seguridad y sin problemas, situándome en uno de los dos amplios espacios habilitados para las personas con silla de ruedas en el interior del vagón, los cuales cuentan con sus anclajes y sistemas de fijación para la silla mediante cinturones.

Durante el trayecto, tuve la ocasión de comprobar el amplio aseo adaptado con el que cuentan estos trenes, el cual es completamente accesible para personas con silla de ruedas, así como otro espacio contiguo para situar las bicicletas. El diseño de estos trenes me parece excelente.

Mi sorpresa fue cuando al llegar a Aranjuez y abrir la puerta, comprobé que existía una diferencia de altura de unos 40 cm entre el borde de la plataforma extensible del vagón y el andén. Un desnivel imposible para poder bajar con una silla de ruedas sin ayuda, y aún menos si la silla es autopropulsada con motor.

Por esta causa y pensando sobre todo en que si bajaba no podría subir de nuevo con facilidad, opté por quedarme en el tren y regresar para intentar bajar en cualquier otra estación de vuelta y al menos dar un paseo aprovechando mi viaje.

Una vez de regreso, decidí bajar en la primera estación en la que se detuvo el tren, llamada “Ciempozuelos”. Al abrir la puerta, comprobé que existía una diferencia de altura desde la plataforma hasta el andén de unos 5 cm, además de un hueco entre el borde de la misma y el borde del andén. Unas condiciones peligrosamente inadecuadas que dificultan subir o bajar con seguridad a cualquier persona con silla de ruedas.

Gracias a la ayuda voluntaria de unos viajeros que se percataron de mi situación, finalmente pude bajar. Pero una vez abajo, me di cuenta de inmediato de que estaba en un andén central y no existía ascensor ni pasarela con rampa que me permitiera cruzar las vías hacia la salida. De modo que antes de que se fuera el tren y gracias a la ayuda de dichos viajeros, pude subir nuevamente evitando quedarme solo e incomunicado en dicho andén.

De nuevo en el tren y camino de Madrid, decidí bajar en la siguiente estación “Valdemoro”, encontrando el mismo problema para descender que en la anterior estación. En este caso, la altura de la pasarela era casi similar al andén, pero existía un amplio y peligroso hueco de unos 5 cm entre el borde de la plataforma extensible y el andén. De modo que pedí de nuevo ayuda a unos viajeros para bajar de forma segura.

Una vez abajo, pude cruzar desde el andén central hasta la salida de la estación mediante una pasarela inferior que comunica todos los andenes y está dotada de modernos ascensores. Posteriormente, decidí ir caminando hasta el centro del pueblo para al menos tomar un refresco en su bonita Plaza Mayor y aliviar tantos dolores de cabeza y sinsabores.

De vuelta en la estación, tuve que pedir nuevamente ayuda a un viajero para poder subir al tren con la debida seguridad. El mismo problema mas o menos acentuado entre coche y andén lo fui observando en el resto de estaciones de esa línea, con la única excepción de las estaciones de Atocha, Chamartín, Sol y Nuevos Ministerios, ya en el casco urbano de la ciudad de Madrid.

Una vez observado todo ello, pido por favor a los responsables de estas infraestructuras; que estudien el problema y traten de darle una solución para que las personas con silla de ruedas podamos subir y bajar con facilidad, autonomía y seguridad de los nuevos trenes con accesibilidad universal en todas las estaciones por las que circulan y en las que hacen parada.

Existen muchísimas estaciones cuyos andenes están sin remodelar y no posibilitan el acceso fácil e independiente de las personas con silla de ruedas a estos nuevos trenes accesibles. Es importante que se estudie esta problemática que no solo afecta a las estaciones de cercanías de la citada línea, sino también a otras muchas de toda la red nacional ferroviaria.

En los lugares por los que circulan estos nuevos trenes o está previsto que deban de hacerlo, ha de preverse la plena accesibilidad a los mismos con la dedicación y el esmero que ello merece. De forma que se posibilite a las personas con movilidad reducida el paso entre vagón y anden de modo sencillo e independiente. Es decir, sin precisar la ayuda de otras personas ni de mecanismos externos al diseño del tren, puesto que en eso consiste la "Accesibilidad Universal".

 

Enrique G Blanco. Abril de 2010.
Proyecto social pedagógico Abedul.

 

 

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para resolver y mejorar la adaptabilidad de los andenes
a los trenes con "accesibilidad universal"