Experiencia de un usuario de silla de ruedas en un nuevo modelo de eurotaxi.
Opinión y observaciones para mejorar.
Mi experiencia en el nuevo modelo de eurotaxi Volkswagen Caddy.
Hace pocos días, he tenido ocasión de viajar por primera vez en un nuevo modelo de eurotaxi
que al parecer se ha homologado recientemente en Madrid para dar este servicio.
Se trata del modelo Volkswagen Caddy Maxi, un vehículo mas pequeño que los modelos
que se vienen utilizando para este tipo de “taxi accesible”, y por tanto mas barato
y de menos consumo para los taxistas.
El nuevo modelo, un furgón mas pequeño y bajito que la Kia Carnival o la Fiat Ulysse,
continúa ofreciendo el espacio para la persona con silla de ruedas “en el maletero”,
para no variar respecto a los modelos anteriores y por tanto nada parece demasiado
diferente para el viajero con silla de ruedas respecto a los otros eurotaxis,
hasta que una vez arriba, pude observar que la posición de la persona con silla de ruedas
es mucho mas elevada que la del resto de los pasajeros.
Una vez en marcha, el taxista me pregunta ¿por donde debemos de ir?, y al mirar al parabrisas delantero,
me doy cuenta de que debido a mi elevada posición, no veo absolutamente nada al frente,
tan solo el capó delantero del vehículo y una parte mínima de la calzada.
De modo que para intentar ver la señalización de modo parcial, los desvíos, las calles e irle indicando,
debí de agacharme hasta límites inadmisibles e ilógicos.
Y así, de esta incómoda manera, agachado para ver las calles y la señalización,
hube de realizar todo el trayecto, dándome cuenta de que además de ir en un maletero,
en este nuevo modelo voy sin posibilidad de ver absolutamente “nada” por ningún lado,
pues hasta las dos ventanas laterales quedan parcialmente bajas respecto a mi posición.
Por todo ello, he decidido que en lo sucesivo, cuando solicite un eurotaxi,
pediré a la señorita de la centralita de la emisora que "siempre que sea posible"
me intente enviar un taxi adaptado que no sea este modelo, a fin de poder ver con normalidad
los lugares por donde voy, o simplemente poder contemplar el paisaje y viajar lo mas normal posible,
puesto que esto ya es la gota que colma el vaso. ¡Pareciera que los diseñadores de estos modelos
lo hiciesen a propósito!.
Ahora, además de viajar en un maletero, pretenden que las personas con silla de ruedas viajemos
sin poder ver adecuadamente por donde vamos o lo que nos rodea. Por todo, quisiera pedir a quienes
fabrican estos modelos, como a quienes los autorizan como taxi adaptado, que cuando los diseñen,
se pongan en el lugar de la persona con silla de ruedas que ha de viajar en la plaza adaptada,
y dejen de una vez por todas de considerarnos una mera "mercancía", la cual ahora, en este nuevo modelo
ni siquiera tenga opción a mirar por las ventanillas para ver por donde va.
"El cajeado inclinado hacia atrás", otro problema añadido en estos modelos.
Experiencia expuesta a Proyecto Abedul por J M. Usuario de silla de ruedas.
En algunos modelos de Volkswagen Caddy, el piso del cajeado de la plaza destinada al
pasajero en silla de ruedas ha sido diseñado y construido en pendiente "inclinado hacia atrás",
lo que origina que el pasajero con silla de ruedas se quede reclinado hacia atrás, de tal manera que le es
imposible o muy complicado mantener la cabeza sin apoyo y viajar en una postura cómoda y segura.
Una situación que además entraña un gran riesgo para el viajero si tenemos en cuenta que la práctica
totalidad de los taxis adaptados no instalan ningún tipo de cabecero a los pasajeros con silla de ruedas.
El hecho de que la silla de ruedas vaya reclinada hacia atrás al ir situada en una plataforma con pendiente,
provoca además que la silla tienda a elevarse hacia atrás por efecto de la inercia
y del propio peso de la persona cada vez
que el vehículo arranca o acelera bruscamente, lo cual puede llegar a ser muy grave para el pasajero si la silla
no está totalmente inmovilizada y bien anclada en su parte delantera.
La sociedad debe de caminar hacia adelante, hacia un mayor bienestar, confort y seguridad de “todos”,
también de las personas con discapacidad y nunca en sentido contrario como parece que está pasando.
Debemos de dejar de anteponer la economía y las “chapuzas” frente a la necesidad que existe de diseñar un espacio digno, confortable y seguro para los viajeros con silla de ruedas en este tipo de vehículos destinados a transporte público.
Alguien debería de regular con seriedad y profesionalidad este desorden, estableciendo unas pautas mínimas de normalización.
Proyecto Abedul 2010. (Actualizado en 2015).