La atención domiciliaria a los grandes discapacitados y enfermos neuromusculares.
Por María Ramos Miranda. Trabajadora social y Gerente de ASEM Catalunya.
En la atención domiciliaria coexisten dos grandes ramas: la sanitaria y la social.
La atención domiciliaria es un tema estrella por lo que respecta a las políticas sociales.
Pero.., ¿qué entendemos por atención domiciliaria? Esta es la gran cuestión.
La atención domiciliaria sanitaria:
Hay que decir que el PADES adquiere un gran prestigio por la calidad de sus intervenciones.
Sin embargo, la atención domiciliaria ambulatoria, no goza del mismo prestigio. Su
funcionamiento depende de la voluntad de los profesionales.
También deberemos incluir la fisioterapia domiciliaria, que su gran déficit radica en la escasez
del número sesiones y las trabas burocráticas a la hora de la solicitud.
Se pone en marcha con la reforma sanitaria de finales de los
años 80. En Cataluña se crean los equipos multidisciplinarios del PADES, con una preparación
especial y la atención domiciliaria ambulatoria.
La atención domiciliaria social:
Durante la década de los 80 a los 90, se produjo un claro desarrollo de los servicios de atención
domiciliaria social, con profesionales motivados y una gran inquietud por hacer un
verdadero trabajo social.
Es a partir de los años 90 cuando comienza a producirse una paulatina precarización, una
involución en toda regla de lo que se refiere a la calidad de los servicios.
La voluntad política ya no se rige por facilitar atención a los ciudadanos, sino que procura la
rentabilidad económica. Se deja de invertir en el desarrollo de los servicios sociales y por lo que
se refiere a la atención domiciliaria, se comienza a externalizar la gestión como fórmula para
abaratar costes.
En la actualidad, volvemos a escuchar sobre la importancia de la atención domiciliaria. Todos los
partidos políticos sin excepción apuestan en sus discursos por el incremento de estos servicios.
Todas las instituciones implicadas en los servicios sociales hacen estudios sobre el modelo de
atención domiciliaria y todos concluyen en que en el futuro los servicios de atención domiciliaria
sufrirán un gran desarrollo, entre otras causas por el aumento del número de personas con algún
grado de dependencia.
Es impulsada por los primeros ayuntamientos democráticos a principios de los 80.
Estos ayuntamientos mostraron una firme voluntad política de potenciación de la atención
domiciliaria, servicio que pretendía acercar los servicios sociales a los ciudadanos y sobre todo la
voluntad política basada en que desde los servicios públicos se debía ayudar a los ciudadanos.
En la actualidad, el estado de la atención domiciliaria es el siguiente:
Enfocado a Cataluña, aunque en líneas generales el problema es muy similar en otros lugares.
En primer lugar, he de mencionar que en nuestro país los servicios sociales no son un derecho de
los ciudadanos, como lo es la enseñanza o la sanidad.
La asignatura pendiente es conseguir que los servicios sociales adquieran el status de derecho.
Solo así garantizaremos la calidad de atención a los ciudadanos con necesidades especiales.
A mi modo de ver, esto es fruto de una no asunción de responsabilidad por parte de la
administración competente.
1- Se está produciendo una importante precarización de los servicios, fruto de la no dotación
de presupuestos suficientes.
2- Hay un aumento de la demanda y de la necesidad del servicio.
3- Lo absurdo de la situación es que ahora se está hablando de la atención domiciliaria como
un nuevo yacimiento de empleo, cuando este servicio se viene prestando desde
principios de los 80.
El peligro está en que bajo este epígrafe, se está planteando que este servicio sea
realizado por personas sin formación y con dificultades de inserción laboral, con el único
objetivo de abaratar los costes.
- Al ser una profesión mayoritariamente desarrollada por mujeres, está sujeta a una
importante discriminación en razón de género.
- En cuanto a la formación de los profesionales, es inadmisible que aún no exista una
formación reglada que capacite a los profesionales para desempeñar la compleja tarea del
cuidado de las personas.
Con este panorama, pienso que tenemos que asumir responsabilidades la administración, los
profesionales y las personas atendidas.
Sin olvidar que todas las personas, en algún u otro momento de nuestra vida; vamos a necesitar
de los servicios de atención domiciliaria.
- Los ayuntamientos han de asumir la responsabilidad que les otorgan las leyes de servicios
sociales, sin que sirva el hecho de que no tengan presupuesto. O asumen su responsabilidad
con todas las consecuencias o sino que renuncien a esta competencia.
- Se hace urgente consensuar la definición de los servicios de atención a domicilio como un
conjunto coordinado de actuaciones que se realizan preferentemente en el domicilio del
usuario, enfocado a facilitar que la persona y su entorno familiar puedan conseguir el mayor
grado de autonomía, autoestima e integración.
- El SAD como servicio de titularidad pública tiene que garantizar el derecho de todos los
ciudadanos a ser atendidos, especialmente aquellos que por sus circunstancias personales,
familiares y sociales etc. están más desprotegidos.
Los principios inspiradores o líneas estratégicas deben ser.
UNIVERSAL.
INTEGRAL.
COBERTURA.
COMUNITARIO.
TRABAJO EN EQUIPO.
RESPETO POR LA LIBERTAD INDIVIDUAL.
La atención domiciliaria es un trabajo asistencial donde se produce una relación de ayuda. La
responsabilidad de los profesionales recae en que han de ponerse a disposición del dolor
emocional de las personas atendidas.
Ayudar significa promocionar, dar protagonismo, promover las potencialidades de cada persona
para superar con éxito una situación. Ayudar no es hacer, sino hacer.., hacer.
Solo es posible ayudar al otro si nos acercamos a él con la actitud de aprender.
Cuidar significa hacerse cargo de los aspectos externos pero también internos de las personas.
Los profesionales, además de una buena formación han de tener actitudes como el respeto,
la prudencia, la confidencialidad, la empatía, la capacidad de contención, de escucha, etc.
Estas actitudes han de ser el Código ético de sus intervenciones.
- Exigencia de una preparación técnica que los capacite para desarrollar su trabajo con
seguridad y eficiencia.
- Ser capaces de aceptar responsabilidades y tener iniciativa respetando siempre las
peculiaridades de las familias.
- Tener habilidades técnicas para comprender las emociones, empatía para conectar con las
personas atendidas.
- Entender a la persona y no centrarse en la dificultad.
Nosotros, como usuarios de estos servicios, también tenemos nuestra parte de responsabilidad en
su funcionamiento, y hemos de exigir que la atención que recibimos sea de calidad y prestada por profesionales
preparados.
Por lo que tenemos que exigir:
Respeto a la persona:
El derecho a ser considerados exclusivamente en cuanto a nuestra condición como personas, por
encima de nuestras dificultades.
Atención integral a la familia:
El apoyo familiar es importante, pero no podemos obviar que en ocasiones este apoyo no se
produce. En estos casos, el profesional preparado ayudará a la familia a poder asumir la
responsabilidad del cuidado de la persona dependiente.
· Derecho a la intimidad, a la dignidad, a la confidencialidad.
Se está produciendo un aumento considerable de la necesidad y demanda de la atención
domiciliaria, por lo que es necesario:
· Redefinir el concepto de atención domiciliaria.
Todo ello nos lleva a pensar que tal vez este servicio integral no pueda prestarse desde los
ayuntamientos, porque no tienen la capacidad normativa ni presupuestaria para garantizar unos
servicios de calidad. Disyuntiva que habrán de valorar los responsables políticos.
1- Coordinación de los cuidados paliativos, fisioterapia, ayuda a
domicilio etc.., Mediante la figura de un "gestor de casos" que coordine y asigne los
servicios necesarios a cada caso, previo estudio individualizado, con un único plan de
trabajo, que seguirán todos los actores implicados.
La dificultad de esta fórmula radica en que al coexistir servicios de diferentes competencias
habrá que determinar quien asumirá la gestión del caso, como repercutirá la aportación
presupuestaria en las diferentes administraciones, etc.
2- La Ley de Dependencia: Esta ley viene a garantizar la atención domiciliaria a las personas
con dependencia y deberá de ser a cargo de los Presupuestos Generales del Estado y de la
Seguridad Social.
La atención directa.
Cuando la Asociación de Trabajadoras Familiares me pidió que preparara esta ponencia, me
produjo sentimientos ambivalentes. Por un lado, satisfacción por que me permitía exponer ante
un auditorio diverso las reflexiones y convencimientos que he ido realizando a lo largo de mi
experiencia como Trabajadora Familiar. Durante esa época intente reflexionar sobre la práctica
e interrelacionarla con la teoría y así buscar un marco teórico de la práctica profesional de la
trabajadora familiar.
Pero por otro lado, me produjo tristeza, cansancio. Porque el colectivo de trabajadoras
familiares, desde los años 80 viene intentando ocupar un lugar en el panorama de los servicios
sociales. Y no solo no lo ha logrado, sino que ha ido perdiendo espacio.
Se ha ido produciendo una paulatina precarización de la profesión. Se ha producido una
mimetización de la situación de exclusión que padecen nuestros usuarios y la exclusión a la que
han sido abocadas las trabajadoras familiares.
En primer lugar me gustaría definir cual debe ser el perfil profesional de la trabajadora familiar:
La tarea asistencial es una tarea compleja porque implica estar en contacto casi permanente
con el dolor del otro. Es por ello por lo que las personas que se dediquen a esta tarea, han de ser
capaces de soportar el dolor emocional, ser tolerantes con los usuarios, capaces
de aguantar las presiones tanto de las entidades contratantes, como de los usuarios.
Por tanto es necesaria una formación básica y un contexto (equipo) adecuado, para poder
realizar la tarea.
¿Cual es el modelo de intervención de las trabajadoras familiares?
Decididamente es un modelo asistencial, aunque creo que durante años hemos ido pervirtiendo el
término, llegando a denominar asistencial a una práctica asistencialista que ha ido instaurándose como la
práctica habitual.
- El modelo asistencial establece una relación terapéutica.
Deberíamos alertarnos, porque tal vez el modelo que estamos aplicando en nuestros lugares de
trabajo, sea claramente el modelo asistencialista...
Definiré a continuación que es el modelo asistencial y cuales son sus valores. Y que es el modelo
asistencialista y cuales son sus valores.
El modelo asistencial:
- Su encuadre ideológico es la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El modelo asistencial, su rol, es de Madre = recipiente (función de maternaje, que no esta
relacionada con una cuestión de género), se hace cargo del dolor emocional: Entiendo tu
sufrimiento, y te ayudare a sobrellevarlo. “Tu vales”.- “Tu puedes”.
- Muestra otra forma de hacer, abre horizontes.
- Legítima el maltrato institucional.
De la aplicación de uno u otro modelo, somos directamente responsables los profesionales de la
atención directa. Y no sirve decir que el modelo lo marca la institución, porque aun en el caso
de que así fuera, la aplicación del mismo la hacemos los profesionales. Y no es válido aquello de
“por obligación debida”. Esto lo dejamos para regímenes militaristas.
El objetivo de la intervención profesional, de la tarea asistencial siempre es
ayudar al individuo a encontrar su sitio.
Ayudar, no es simplemente hacer, sino hacer.., hacer.
Esto implica, que siempre hemos de acercarnos al individuo con actitud de aprender.
El individuo, nos enseñara a comprender su situación, lo que le pasa y por que le pasa.
El profesional habrá de estar atento a estos mensajes, para poder entender a la persona, y desde esta posición iniciar
el proceso de ayuda. Proceso que en cada persona tendrá un ritmo y un tiempo.
No podemos obviar que la persona es la protagonista activa de su proceso, y su derecho
a decidir y expresar acuerdo o desacuerdo con las intervenciones que se le proponen.
La atención a las personas debería de estar considerada como “una forma especial de hacer", como
“El arte de Acercarse el otro para ayudarlo”.
Estas funciones facilitaran que se genere una interacción entre el asistente y el asistido que
permitiría la tarea de ayuda o asistencia. Que no olvidemos, debe incluir aspectos del mundo
interno y también del mundo externo.
Si la TAREA de las trabajadoras familiares es "cuidar" a las personas, me resulta difícil entender
que cuando abordamos un plan de intervención, se mezclen una serie de actividades a realizar:
Aseo y cuidado personal / limpieza del hogar / acompañamiento / control de dietas ...
Me da la sensación de que abordamos estas intervenciones de igual manera que hacen los mecánicos
cuando le dejamos el coche: Cambiar frenos, revisar tubo de escape, control de niveles de aceite..,
Sinceramente no encuentro la diferencia en como hacemos el encargo.
¿Consideramos a la persona como sujeto o como objeto de atención?
Ahora bien, para desempeñar esta tarea de cuidadora, las trabajadoras familiares se han de dotar
de unas técnicas que sin afán de limitarlas son:
Diálogos familiares estructurados:
Método empírico:
Acompañamientos:
Observación:
¿Y los límites cuales son?
De entrada, los limites, han de venir definidos por la capacidad del profesional para poder
manejar la situación, la capacidad del profesional para comprender que situaciones puede
trabajar y cuales no.
Esta oportunidad hay que aprovecharla.
Tal vez los limites los deberíamos definir a partir de los derechos de las personas atendidas.
Derecho a la intimidad, a la dignidad, a la confidencialidad.
Es imprescindible también el soporte de la supervisión como un espacio de compartir
responsabilidades, para aprender, para fomentar la capacidad para
entender, para aceptar la frustración, para reflexionar sobre la práctica, la teoría, los
sentimientos, con el fin de reelaborar la teoría y la práctica.
Este trabajo interno, nos habilitara para poder conectar con las necesidades de la persona
atendida.
Además, estoy plenamente convencida de que la supervisión es una medida eficaz de prevención de
riesgos laborales. Este aspecto lo deberían de tener muy presentes los gestores de personal.
Invertir en supervisión, es disminuir los costos laborales.
Envejecer satisfactoriamente es nuestro reto. Para ello necesitamos profesionales formados en
el arte de atención a las personas.
Cuando me enfrente al hecho de tener que hacer esta conferencia inaugural, pasaron por mi
mente todo un conjunto de situaciones vividas a lo largo de mi experiencia profesional como
trabajadora familiar. Una experiencia, que creo puede ser extrapolable a la historia de la
profesión.
Previamente quisiera haceros partícipes de mis sentimientos.
De mi etapa como Trabajadora Familiar, decir, que me sigo sintiendo trabajadora familiar, que
dedique a esta profesión los mejores años de mi vida, de los 28 a los 42, que debo a esta
profesión lo que soy en la actualidad, tanto a nivel personal, como a nivel profesional.
Algunas personas, me habéis sentido repetir que para mí esta profesión ha sido una escuela de vida.
Todo ello, me lleva a afirmar que me siento orgullosa de ser trabajadora familiar. Aunque esta
experiencia, no ha sido un camino de rosas.
Reflexionando sobre las situaciones vividas, y relacionándolas con la situación actual, pensé, que tal vez,
lo que ha venido sucediendo en la historia de las trabajadoras familiares es
que nos hemos visto sometidas a un discurso de doble mensaje.
Por un lado, todos los actores implicados en el tema: políticos, gestores, profesionales etc., sin
excepción, proclaman a los 4 vientos la importancia de la ayuda a domicilio.
- Es un servicio que hay que potenciar y aumentar la cobertura del 2.50 % actual al 10%...
Esta misma propuesta, ya fue aprobada por unanimidad en el Parlament, siendo Conseller el Sr.
Comas.
No todos tenemos en la cabeza el mismo modelo de atención a domicilio.
Es posible, que esta falta de definición del modelo del servicio, también haya provocado la
indefinición del perfil profesional de la trabajadora familiar.
Es habitual que se hable
indistintamente de "Atención a Domicilio", "Servicio de Ayuda a Domicilio", "Trabajadora Familiar".
Siempre pensé, que o bien había una confusión de términos, o si me dejaba llevar por la
omnipotencia; las trabajadoras familiares eran profesionales tan competentes, que ellas por si
solas definían un servicio.
Para poder describir gráficamente este desajuste en la comunicación, intentare hacer un recorrido
por mi experiencia profesional, que pienso puede servirnos para analizar como nos posicionamos
frente a la imagen simbólica que cada uno tenemos de ¿que es? una trabajadora familiar.
Una de las eternas reivindicaciones de las trabajadoras familiares es la integración en los equipos de
atención primaria. Pero ¿está realmente la trabajadora familiar integrada en el equipo?
Pues, no lo sé. Según en que equipos la trabajadora familiar puede participar de las reuniones de equipo. Habéis
oído bien, "puede". Es más un dejar hacer, que una verdadera participación.
Estar integradas en los equipos, es participar de la actividad, de la vida, de los proyectos de
estos equipos.
Seria interesante acceder a los archivos y reseguir las memorias anuales que desde los Servicios
Sociales de primaria se presentan al Departament de Bienestar Social, y valorar de lo descrito en
esas memorias; la integración o no de la trabajadora familiar a los equipos.
Para preparar esta conferencia, revise las memorias de varios años, durante los que “estaba
“integrada en el equipo.
Y en la línea del doble mensaje, se puede observar claramente que, en los apartados de
composición del equipo y en la actividad formativa aparece la T.F como un componente más del
equipo.
Pero…. Cuando se describen los proyectos grupales y comunitarios que se llevan a cabo desde el
servicio y en los que participa de manera directa e intensa la T.F, no se recoge su participación.
No obstante, en el apartado de la memoria, sobre la atención a domicilio o Apoyo directo a
familias, es decir; la parte de la memoria referida a la atención a domicilio y que por voluntad
expresa la realizaba como T.F, sí que hacia constar esa participación.
Era una manera de “camuflar” el trabajo grupal y el trabajo comunitario que realizaba la T.F.
y que daba al trabajo individual una dimensión social e integradora.
Recuerdo que para mi eran momentos de un estrés añadido. Por un lado no quería renunciar a
que mi trabajo en las vertientes domiciliaria, grupal y comunitaria, no se reflejara en la
memoria, pero por otro, no quería molestar a mis compañeros que me permitían participar de
estos proyectos y estos (los compañeros) también querían ser prudentes, no fuera a ser que
molestara la regidora o regidor de turno y lo que era peor, que desde el Departament de Benestar
Social, nos retiraran el convenio por este motivo.
He de reconocer que fue una gran suerte poder desarrollar las funciones como trabajadora
familiar a los niveles individual, grupal y comunitario. Era una manera de dar al trabajo
domiciliario la dimensión global y normalizadora que posteriormente veremos y que es una de las
reivindicaciones de las Trabajadora Familiares.
La ayuda a domicilio es gestionada por la asistente Social como refleja la llei de serveis socials;
(Llei de Serveis Socials del 85,) no obstante la dinámica de estos años ha venido a demostrar que
para que la T.F. pueda realizar sus funciones satisfactoriamente, ha de estar integrada en los
equipos y para que esta integración sea fructífera y efectiva, son necesarias dos condiciones:
A- Por un lado, una mejor preparación teórica que se conseguirá cuando exista una Escuela
Oficial, con una enseñanza reglada y de calidad y por supuesto con un reciclaje
continuado.
B- Por otro lado, la Reforma de la ley, ya que el encuadre que hace limita el crecimiento de
la profesión. En esta reforma se debería contemplar la TF como un profesional más de los
servicios sociales.
Es evidente que este profesional es un recurso, pero lo es de la Institución, al igual que lo son la
Asistente Social y el Educador etc.., y como tal ha de tener ciertos grados de iniciativa y
autonomía que le permitan adecuar “su saber” a las necesidades del usuario. De no producirse
este trabajo dinámico no se está potenciando a la Persona, sino solo - Taponando la demanda.-
Públicamente en este artículo, pedía:
- La integración en los equipos.
La Llei 4/94 del 23 abril d’administració institucional, descentralización, desconcentración i de
coordinación del sistema catalá de serveis socials, recoge que: la atención primaria, gestiona los servicios
de atención domiciliaria.
El decret 284/96 del 23 de juliol de regulació del Sistema Català de Serveis Socials
define:
1.2 Serveis d’ atencio domiciliaria: (Bajo este epígrafe se incluye el Serveis d’ajut a domicili y el
serveis de teleasistencia, nos centraremos en la ayuda domiciliaria).
Modalitats:
a) Servei d’ajut a domicili:
Aquests serveis podem formar part dels serveis basics d’atenció primaria o prestarse
com a serveis independents.
En el 98, se intenta elaborar el reglamento marco de atención primaria.
Y la Asociación de T.F, presentamos una serie de escenas, entre las que incluíamos:
- Un servicio social que su objetivo general es facilitar que la persona afectada y su entorno
puedan conseguir el mayor grado de autonomía, integración y autoestima.
- Un servicio de titularidad publica tiene que garantizar el derecho de todos los ciudadanos a ser
atendidos, especialmente aquellos que por sus circunstancias personales, familiares etc. estén
mas desprotegidos.
Principios inspiradores:
-Globalizador (Un abordaje bio-psico-social).
Hacíamos una aproximación al criterio de calidad.
Calidad del servicio mediante el establecimiento de ratios profesional/ciudadano.
Aportábamos un perfil profesional de la trabajadora familiar:
- Preparación técnica que la capacite para desarrollar el trabajo con seguridad y eficacia.
Funciones:
- Preventivas.
Debido a cambios en el Departament, esta propuesta de reglamento quedo “perdida” en los
cajones de la Administración.
Las trabajadoras familiares siguen organizadas e insistiendo en la necesidad de una definición
profesional y en la formación reglada.
23 de abril del 99, se aprueba el decreto del técnico de Grau Superior en Integración Social.
Creo que es el único documento oficial donde aparece como profesión la Trabajadora Familiar.
En el apartado de Principales Ocupaciones i Llocs de treball. Enumera:
Técnico de programas de ayuda a domicilio.
Durante ese mismo año suceden dos hechos que quiero estacar:
A) La presentación de una moción al Parlament que es aprobada por unanimidad, donde se
insta al govern a que: la formación de las trabajadoras familiares, ha de ser de Técnico de Grau
Superior.
Una vez aprobada la moción y en los pasillos del Parlament, la misma parlamentaria que había
presentado la moción, en conversación con otra parlamentaria de diferente grupo comenta:
No es posible, que las T.F. sean técnicos de Grau superior. Eso son 1700 h de formación y
la diplomatura de treball social solo es un curso más. Esto no podrá ser.
Estuve presente en la sesión parlamentaria donde fue aprobada, y casualmente también
escuche el comentario.
B) En el mes de octubre del mimo año, desde la asociación se organiza una jornada técnica:
El futur profesional dels treballadors familiars a l’ampar del decret 39/99 de 23 de febrer.
No se logra movilizar al colectivo en el objetivo de conseguir a través de este decreto: iniciar un
proceso de convalidaciones y acceder a formación de grau superior. Entre otros argumentos,
porque habría un número importante de T.F a las que les seria difícil acceder, o porque no se
quería ser técnico de despacho, sino de la atención directa.
Hacer este recorrido histórico de la evolución de la trabajadora familiar te permite tomar
conciencia del cúmulo de ambigüedades y mensajes contradictorios que han rodeado la profesión
de trabajadora familiar.
La Ley de Promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de
dependencia es una ley que ha creado muchas expectativas. Se publicita a los cuatro vientos que se prevé
crear 70.000 empleos en Catalunya en el desarrollo de esta ley.
Pero ¿de que tipo de empleos hablamos?
Provoca un sentimiento de alarma, cuando en su Artículo 2 definiciones nos define los conceptos de:
Bien. Este podría ser otro de los compromisos a asumir en este congreso.
Podemos convenir que fue a principios de los años 80 cuando aparece la profesión de Trabajadora
Familiar. De inmediato estos profesionales se organizan y en el año 84, se constituye la Associacio de
Treballadores Familiars de Catalunya, y en los estatutos recoge como uno de sus objetivos: la
Formación reglada.
La necesidad de una formación reglada también fue una de las conclusiones del 1er Congreso de
T.F Platja d’ Aro 2003.
El mayor logro conseguido en cuanto a la formación, fue el alcanzado con el Departament de
Treball. La unificación de criterios de programa y duracion de la acción formativa (750h) en el
marco de la formación ocupacional. Un acuerdo, que se ha ido diluyendo a medida que los ayuntamientos
y entidades de diversa índole, por intereses diversos entraron en los programas de formación ocupacional,
y para no tener que cumplir el acuerdo de unificación de criterios: comienzan a organizar cursos de auxiliar de
geriatría, auxiliar de ayuda a domicilio, auxiliar de atención a las personas, Auxiliar de la llar etc...
Mientras, verbalmente se dice a los alumnos que son cursos de trabajadora familiar, el mismo
mensaje que utilizan a la hora de establecer lugares de prácticas...- Es un curso de trabajadora
familiar.-
En el certificado consta: Auxiliar de ayuda a domicilio, auxiliar de la llar etc. Pero el discurso
de las entidades organizadoras es que son cursos de trabajadora familiar.
Dicho así, puede sonar escandaloso, pero no deja de ser una vez más una situación de doble
mensaje, de ambivalencia, de confusión, de sí, pero, no.
El objetivo de estos cursos no era la consolidación de una profesión que en la mayoría de los
casos desconocían. Era por un lado: su negocio en torno a la formación, y por otro: una pretendida causa social de
integración laboral.
Bonito objetivo, pero esta integración en la mayoría de los casos, ha sido en precario.
Estos profesionales ya forman parte de la historia de Catalunya, y como tal:
1.- Todos los estamentos de Catalunya, políticos, gestores, profesionales.., han de decidirse sin
complejos a defender el lugar que corresponde a las Trabajadoras Familiares.
2.- Los ciudadanos que en algún momento de sus vidas han sido beneficiarios de buen hacer, de
la profesionalidad, de la ayuda de la trabajadora familiar.., valoran positivamente esta profesión.
3.- Las trabajadoras familiares han de continuar con la defensa de su profesión, pero han de
hacerlo no solo desde la atención al ciudadano, sino también desde la vertiente política,
presionando a los poderes públicos para conseguir que de una vez por todas, se
legisle sobre la formación y sobre la definición de una profesión que realmente es la
más cercana al ciudadano, y por tanto un barómetro de la consideración que los poderes públicos tienen hacia los
ciudadanos.
Ciudadanos somos todos y todos en algún momento de nuestras vidas necesitaremos de los
cuidados de una trabajadora familiar.
1.- Responsabilidad de la administración.
Implica el reconocimiento del SAD como derecho y al alcance de todos los ciudadanos.
Implica que la atención que se presta debe tener presente los aspectos bio-psico-sociales. Es
decir, la atención domiciliaria debe tener presentes aspectos internos y externos de las personas.
Y, sobre todo, contemplar a la familia en su totalidad.
Es necesario aumentar los ratios de cobertura, estableciendo unos ratios profesional/ ciudadano,
en relación directa con la población de un territorio. Y no dejarlo a la discrecionalidad o
arbitrariedad de los diferentes ayuntamientos, generando agravios comparativos entre los
ciudadanos de unos municipios y otros.
La atención domiciliaria tiene que abarcar el entorno social promoviendo la comunicación con el
exterior, la solidaridad familiar, vecinal y también la solidaridad institucional.
Se hace indispensable el trabajo en equipo, porque nadie se puede atribuir la solución a los
complejos problemas sociales, personales etc. que padecemos los ciudadanos.
El trabajo en equipo ha de servir como garantía de un abordaje integral. Pero también como
elemento de reflexión y aprendizaje para los profesionales.
Reconocer en los ciudadanos atendidos el derecho de escoger tanto su proceso de ayuda, como
el tratamiento social que se les propone.
2.- Responsabilidad de los profesionales.
En definitiva, los profesionales han de ser capaces de facilitar la vida y la convivencia diaria de la
familia. Por tanto, la responsabilidad de los profesionales recae en:
3.- Responsabilidad de los usuarios.
Necesitamos la ayuda de un tercero para las actividades de la vida diaria, pero
conservamos intacto el derecho a decidir.
No sólo es la persona con enfermedad neuromuscular la que necesita ayuda. La ayuda la necesita
"toda la familia". Cada uno con sus propias particularidades. Todos necesitan ayuda y tienen el
derecho a ser ayudados.
Derechos básicos, que deberemos exigir:
· Derecho a un trato personalizado.
· Derecho a unos cuidados de calidad, que van más allá de los cuidados materiales.
· Derecho a ser escuchado, cuidado, ayudado.
· Derecho a ser informado, a conocer el estado, las limitaciones y las posibilidades.
· Derecho a una atención integral.
· Derecho a ser atendidos por profesionales cualificados.
¿Y el futuro?. El futuro apunta a que la atención domiciliaria será socio-sanitaria,
incluyendo toda la gama de servicios a domicilio
que hoy se prestan desde diferentes niveles de la administración: Departamentos de Sanidad, de
Servicios Sociales, Ayuntamientos, etc.
· Establecer criterios de calidad.
· Aumento de la cobertura asistencial.
· Formación de los profesionales.
A mi modo de ver,
Por todo ello hemos de iniciar una campaña de reivindicación de los
servicios de atención a domicilio: Universal, Integrador, Globalizador.
Con una cobertura en función de las necesidades de los ciudadanos y no en función del
presupuesto disponible. Unos servicios prestados por profesionales formados en el arte de la atención a las personas.
- El modelo asistencialista, legitima el maltrato institucional.
- Establece una relación terapéutica.
- Considera al individuo como sujeto de atención.
- Se pone el acento en la promoción del sujeto. Su problema aunque lo vive a nivel
personal, es un problema social. Su función es la contención, entendida esta como aquella capacidad del profesional
de hacerse cargo de la angustia, para devolverla mas elaborada... y por tanto ayuda al individuo a crecer.
- El individuo, decide sobre su proceso de cambio.
- La trabajadora familiar adecua el plan de intervención a las necesidades del individuo.
El modelo asistencialista:
- Considera al individuo, como objeto de atención y receptor pasivo de unos cuidados
fijados por otros.
- Se pone el acento en señalar la falta, su problema es personal y por tanto él es el
responsable.
- Su función de contención es taponar y por tanto cronifica los casos.
- Su rol es de padre castigador y/o madre castradora: “te has portado mal y por eso la
atención que recibes, también es punitiva”.
- Cambia hábitos, controla etc.
- Al individuo se le impone un plan de intervención.
- La trabajadora familiar ejecuta un plan de intervención.
Hemos por tanto de reflexionar sobre el modelo que estamos aplicando en nuestra práctica
profesional, porque de lo que se trata, no es de poner al individuo en su sitio, sino de ayudarle a encontrar su sitio.
Llegados a este punto, ¿que funciones han de asumir los trabajadores familiares?
Evidentemente las funciones de contención, apoyo, sostén, aceptación.
Mediante el dialogo se puede incidir en la estructura familiar con el objetivo de intentar
cambiarla. Esta técnica requiere de un alerta continua por parte del profesional.
La dificultad radica en que
las sesiones de atención suelen durar entre una o dos horas, en contacto directo con la persona
atendida y en su propio domicilio. Mantener la relación asistencial, relación forzosamente
asimétrica (no una relación jerarquizada). Hay una persona que necesita ayuda y otra que puede
ayudarla.
Es decir enseñar haciendo, a fin de facilitar que las personas atendidas puedan interiorizar otras
formar de abordar las dificultades.
Son un espacio que favorece una relación muy intensa, el acompañamiento va mas allá del
acompañamiento físico, tienen una vertiente de acompañamiento psicológico.
El objetivo de los acompañamientos es.
- Establecer y fortalecer la relación con la persona atendida.
- Ayudar a crecer y continuar el proceso de cambio, iniciado con la intervención profesional.
Del entorno, del lenguaje no verbal, del tipo de relaciones familiares, sociales etc.
Por otro lado, entiendo que los profesionales que se dedican a la atención a las personas, deban de
trabajar necesariamente vinculados a un equipo. El equipo les fijara los límites de las intervenciones,
pero también las oportunidades. Hay ocasiones en que un profesional dedicado a la atención a las personas,
por el tipo de relación que ha establecido con la persona atendida está en mejor situación para poder marcar
determinados aspectos que el otro profesional a quien por el rol asignado por la institución le correspondería.
Derecho a un trato personalizado.
Derecho a unos cuidados de calidad, que van más allá de los cuidados materiales.
Derecho a decidir.
Derecho a ser escuchado, comprendido.
Derecho a una atención integral.
Derecho a ser atendido por profesionales preparados.
Trabajo en equipo y supervisión:
Evidentemente, el modelo asistencial solo es posible si se trabaja en equipo, entendido este
como el grupo de profesionales que asumen el trabajo en equipo voluntariamente, que se
implican, que participan, que ponen en común, que escuchan las ideas del otro.
Que tienen el objetivo común de mejorar la atención de las personas atendidas y mantener viva
en los profesionales la actitud de aprender.
Trabajadoras familiares y su supervivencia en un contexto de doble mensaje.
Por otro lado, estamos viviendo un progresivo retroceso en las condiciones profesionales, y un
reduccionismo, en el tipo de atención que se presta a los ciudadanos.
Así las cosas, en el año 92, en el artículo publicado en la revista CIFA de la Diputación de
Barcelona, titulado "Los servicios de atención a domicilio" concluía:
- La formación reglada.
- La autonomía profesional.
- La atención integral.
Conjunt organitzat i coordinat d’actuacions que es realitzen a la llar de l’usuari, dirigidas a
proporcionar atencions personals, atenció de carácter urgent, ajuda a la llar i suport social a
aquellas persones o families amb situació de manca d’autonomia personal, dificultats de
desemvolupament o amb problematiques familiars especials.
Paradójicamente, la mayoría de ayuntamientos han optado por prestar estos servicios como
servicios independientes. Servicios externalizados, para usar el lenguaje políticamente correcto.
Definición del SAD:
-Normalizador (Integrando el trabajo en el domicilio y en el entorno social).
-Universal. (Para todos los ciudadanos).
-Respeto a la persona. (ella es la protagonista de su proceso).
- Capacidad para de aceptar responsabilidades y tener iniciativa, ajustándose a los hábitos
familiares y adaptándose rápidamente.
- Ha de saber separar las situaciones de emergencias o de dificultad de aquellas derivadas
de la angustia del usuario.
- Habilidad técnica de conectar o empatizar con los usuarios.
- Capacidad para entender a la persona y no centrarse en la dificultad.
- No ha de imponer su forma de pensar, respetando la forma de pensar y creencias del otro.
- Socializadoras.
- Educativas.
- Asistenciales, (que no asistencialistas).
Técnico de programas de prevención i inserción social.
Técnico en inserción ocupacional.
Educador de equipamientos residenciales de diferentes tipos.
Educador de discapacitados (físicos, psíquicos, sensoriales).
Técnico en Movilidad Básica.
Treballadora Familiar.
¿Cual es la situación que se nos avecina?
1.- autonomía.
2.- dependencia.
3.- Actividades básicas.
La trabajadora familiar, una profesión hecha en Catalunya.
A pesar de todo, la profesión se ha ido consolidando, hay muy buenos profesionales, que además
están dispuestos a defender la profesión. Se han ido haciendo huecos en diversos foros, Jornadas
de Atención Primaria, congresos de Profesionales de Geriatría, Espai de Debat etc.
Por María Ramos Miranda, trabajadora social y gerente de ASEM Catalunya.
Perteneciente a su trabajo: "Reflexiones, Ponencias y Pensamientos"
en torno a la vida en ASEM Catalunya y las dificultades de las
personas afectadas por enfermedades neuromusculares.
2010 (actualizado en 2014).
www.inteligenciaemocionalysocial.com/1095/uncategorized/la-necesidad-de-un-cuidado-mas-humano