Cuaderno marginal de la discapacidad de Proyecto Abedul.

 

Experiencia:
Varios discapacitados opositan a una plaza reservada para dicho colectivo,
siendo considerados todos ellos "no aptos" por el tribunal selectivo
quien decide pasar la plaza al cupo de personas sin discapacidad.

Me he presentado como discapacitado con grado 80% a un proceso selectivo de personal laboral temporal en un ministerio, optando a la única plaza reservada para persona con discapacidad.

Inicialmente, en la fase de concurso quedé seleccionado junto con otras dos personas, apareciendo publicado en la lista provisional de admitidos con discapacidad. Posteriormente, se publica la lista definitiva de admitidos, en la cual aparezco seleccionado junto con otra persona, cuyo nombre no corresponde a ninguno de los otros dos candidatos de la lista anterior.

Días después, sale otra lista con la puntuación de cada candidato, viendo que mi compañero de lista tiene muchos mas puntos por méritos de trabajo, cursos, etc.., que yo. Y días después, sale otra lista en la que se convoca exclusivamente a dicha persona a una entrevista en la que se decidirá si es o no es apto para el puesto.

Posteriormente, días después de la fecha de la entrevista, aparece publicado el listado de aspirantes que han superado la prueba en el turno de discapacitados para dicha plaza, encontrando que en dicho listado se dice que “Ningún aspirante ha superado el proceso selectivo”, por lo que dicha plaza se acumula a las del turno libre de acuerdo con las bases de la convocatoria, (es decir, pasa a ser ocupada por una persona sin discapacidad).

A mi parecer, el modo en el que se ha desarrollado dicho proceso pudiera incurrir en una grave discriminación hacia las personas con discapacidad, al haber quedado desocupada la plaza y no haber dado ninguna oportunidad de llegar a la fase de entrevista a otros aspirantes, ni tampoco dejar opción a que si la persona seleccionada no se ha presentado o no ha superado dicho proceso de entrevista, proceder a que dicha plaza sea cubierta por el candidato posterior y así sucesivamente. Mientras que en cambio, se procede con toda naturalidad a pasar dicha plaza al turno libre, alegando que “ningún candidato ha superado el proceso”, del mismo modo que si no se hubiese presentado ninguna persona discapacitada.

Considero que tal proceder no se atiene en modo alguno a un principio de Igualdad de oportunidades, y que si bien en la sección “Normas Generales” de las bases de dicha convocatoria dice en un punto: “Cada Tribunal de acuerdo con el Artículo 14 de la Constitución Española, velará por el estricto cumplimiento del principio de Igualdad entre ambos sexos”, observo que dicho artículo se interpreta de modo incompleto, lo que demuestra su desconocimiento.

Todo ello, considero que es “muy grave” dada la importancia de dicho artículo en la Constitución, por ser una pieza clave en nuestro Estado de Derecho. Dicho Tribunal y quien ha elaborado las bases de la convocatoria, debiera de ser conocedor de que dicho Artículo 14 de la Constitución Española no solo es referido a la discriminación por razón de sexo, sino también por razón de nacimiento, raza, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como también lo es la discapacidad, que al parecer se olvida mencionar en las bases y también aplicar dado el modo de proceder.

Por todo; opino que en dicho proceso selectivo ha existido por parte del tribunal una grave e intolerable discriminación hacia las personas con discapacidad, o cuando menos un total olvido y falta de concienciación. Así como una clara infravaloración de la capacidad laboral que me parece inadmisible. Todo lo cual, no afecta solamente a mi persona, sino a “todas las personas con discapacidad que hemos concurrido a dicha convocatoria”.

Así mismo, también han sido muy serias y decepcionantes las barreras por el silencio que he encontrado en mis constantes escritos que he dirigido en estos días a lugares de atención a las personas con discapacidad “oficiales y asociativos”.

Dada mi ilusión inicial en la convocatoria, a fin de estar preparado y de cualquier modo recabar información para saber ¿como poder ir organizando mi alojamiento? en el supuesto caso que obtuviese la plaza, así como el modo de solicitar la asistencia personal y ayuda a la dependencia que por mi compleja discapacidad requiero (dado que la plaza sería a desarrollar en otra Comunidad autónoma diferente a la que resido): Escribí a numerosos lugares y de ninguno de ellos encontré respuesta para saber como encontrar un alojamiento adaptado para tal supuesto, ¿como habría de solicitar la ayuda a domicilio y la asistencia personal que la Ley de Dependencia me otorga?, etc...

La mayoría de los lugares a los que he consultado no me han respondido ni un simple acuse de recibo ni compromiso por atender mi solicitud mas allá del “silencio”. Y en el único lugar que me han respondido, no han podido darme referencias capaces de cubrir estas necesidades elementales para las personas en mi situación ante una circunstancia así. Por lo cual, así mismo, mi desánimo ha ido en aumento, pues incluso en el supuesto caso de haber obtenido la plaza, mis dificultades hubieran sido muy altas al no encontrar nadie que me apoyase en un derecho tan básico (que cualquier otro ciudadano tiene cubierto).

Es lamentable tal situación de discriminación, cuando por el contrario en otros muchos países avanzados de Europa se adopta mediante una visión positiva una solución para que la persona, sea cual sea su discapacidad ocupe una plaza conforme a su titulación académica y categoría profesional “adaptando la actividad a sus limitaciones” para que de éste modo, la persona pueda realizar su labor con plena eficiencia y productividad. Y esto da siempre a cualquier país una buena imagen internacional de integración social de su ciudadanía: “encontrar a alguien con una silla de ruedas en un control de pantallas de tráfico, en un puesto de médico, en una torre de control aéreo, dando un informativo en TV, en un puesto de control de cuerpos de Seguridad..", En vez de exclusivamente en centros especiales de empleo “ocultos” en donde nadie puede vernos ni tener relación con nosotros y en puestos mayoritariamente sin cualificación alguna a pesar de los estudios y formación de las personas.

No deseo cuestionar mas el asunto porque es muy triste vivir con un grado de discapacidad severo como es mi caso, con una enfermedad sin tratamiento ni investigación científica, arrastrando casi 20 años de desempleo y falta de oportunidades laborales y además encontrarme cotidianamente con éstas situaciones tan desagradables.

Desde luego, es frustrante y desanima a continuar en el empeño. Por eso deseo que como mínimo, al menos todo esto sirva como una crónica para denunciar la existencia de éstas graves situaciones de discriminación. Para que de este modo se insista con rigurosidad en que “aunque solo sea por humanismo” han de cambiar las cosas y deben de crearse unas oportunidades laborales especiales para quienes padecemos altos grados de discapacidad y deseamos desarrollar una actividad laboral y llevar una vida lo mas similar a cualquier ciudadano el tiempo que Dios quiera que podamos hacerlo, sin continuar sufriendo exclusiones, desprecios, silencio...

Ni siquiera deseo pedir derechos hacia mi persona en este proceso selectivo, pues son muchas.., "demasiadas”... las discriminaciones y silencios padecidos en éste u otros procesos similares en administraciones, empresas, etc....

"Solo pido por favor que algún día desaparezcan éstas actitudes discriminatorias e indiferencia hacia las personas con discapacidad".

“Algo debiera de cambiar en nuestra sociedad”.

“Los esfuerzos e ilusiones de tantas personas con discapacidad no merecen tanto silencio e indiferencia”.

Proyecto Abedul - 2009.