Cuaderno marginal de la discapacidad de Proyecto Abedul.

 

Experiencias:
Persona con silla de ruedas trata de viajar en un autobús de servicio regular
y largo recorrido, no siendo posible porque en el espacio habilitado
para la silla de ruedas se habían instalado unas butacas.

 
Soy una persona que utilizo silla de ruedas y quiero relatar mi experiencia tratando de viajar en un autobús de servicio regular y largo recorrido desde Madrid a una capital de provincia.

Llame a la empresa en cuestión con dos días de anticipación para solicitar que en el día y la hora en el que debía de viajar, me pusieran un autobús con plataforma elevadora y espacio adecuado en el que poder viajar en la misma silla de ruedas. Pero me dijeron que antes debía de sacar el billete y en la misma ventanilla decir que pusieran dicho autobús con plataforma elevadora.

De modo que así lo hice. Al día siguiente, me fui a la estación de autobuses a sacar el billete, y una vez pagado dicho billete, le dije a la señorita de la taquilla que necesitaba que me pusieran un autobús accesible para viajar con mi propia silla el día del viaje. Ella me dijo que no había problema y que ella misma se encargaría de trasmitirlo a la empresa para que lo pusiera. De tal modo que me fui tranquilo para mi casa.

Al día siguiente, dado que el autobús salía a las 11 de la noche, me fui a la estación de autobuses con tiempo suficiente. Llegue como dos horas antes y cuando ya avisaron por los carteles donde estaba situado el autobús que yo debía de coger, pues me baje para la dársena de salida.

Una vez en la dársena, pregunte al conductor y me dijo que no había problema, que el autobús si tenia plataforma para subirme con la silla. Y cuando abren las puertas del autobús media hora antes y la gente empieza a subir, le digo al conductor que si me puede ir sacando el elevador. El señor me respondió que esperara, y al rato veo que se va para la oficina de la empresa y viene con otro señor inspector o interventor.

Ambos suben al autobús y se van para atrás. Al rato bajan del autobús y me dicen que no puedo subir con la silla porque el autobús no está adaptado, y que si quiero me meten la silla eléctrica en la bodega y me suben entre varios a una butaca. A esto me niego porque me da miedo que subiéndome por las escaleras del autobús que son altas y empinadas y por el estrecho pasillo, me lesionen sin querer con una mala postura o una caída. Pero ellos insisten en que es lo único que me pueden ofrecer, porque el autobús no está adaptado.

Yo le pregunté al conductor ¿Porque entonces me dijo antes que si estaba adaptado? y además que ya lo advertí en la taquilla el día anterior. Entonces el conductor y el inspector me explican que el autobús si tiene elevador, pero que no hay hueco para viajar en la silla, porque en ese hueco casualmente se han instalado unas butacas.

Visto que yo estaba desconfiado, ellos mismos me mostraron la puerta posterior por donde debía de subir con mi silla, la cual efectivamente tenía en la parte inferior dentro de un portón el aparato elevador. Abrieron esa puerta y pude ver que tal y como me dijeron, no tenía hueco reservado para viajeros con silla de ruedas. En su lugar estaban instaladas dos butacas que se comprende había puesto la empresa en ese espacio para poder vender dos billetes mas en cada viaje.

La cuestión es que vista la situación, el autobús se fue a su hora y yo me quede en la estación enfadado, mientras que el inspector me pidió disculpas y que le acompañara para cambiarme el billete por otro para el día siguiente.

De forma que hube de pagarme un taxi de vuelta para mi casa y otro al día siguiente para ir de nuevo a la estación. Finalmente pude coger un autobús adaptado que no llevaba butacas instaladas en el hueco reservado para viajeros con silla de ruedas.

Me parece vergonzoso que pasen estas cosas y que a los autobuses adaptados les instalen butacas en el hueco reservado para viajeros con silla de ruedas. Al menos deberían de ser butacas plegables, para que cuando viajemos personas con silla de ruedas no nos quedemos sin poder subir.

Tras mi experiencia, yo me pregunto ¿que sentido tiene un autobús con aparato elevador para sillas de ruedas, cuyo espacio para el viajero con silla de ruedas se ha ocupado con unas butacas para viajeros sin discapacidad?.

Alguien debería de vigilar para que estas cosas no sigan pasando porque dentro de poco resultará que todos los autobuses tendrán un elevador porque lo exige la ley, pero ninguno tendrá el espacio reservado para el viajero con silla de ruedas porque habrán instalado butacas.

 

Anónimo. 2009.