Cuaderno marginal de la discapacidad de Proyecto Abedul.

 

Experiencias:
La atención al paciente con enfermedad poco común
por parte de algunos profesionales de la sanidad (2).

Esta es una historia real y pasó el día 1 de febrero del 2010 en un país moderno y adelantado que apuesta por el estado del bienestar.

Paula, de 30 años afectada de una distrofia facio-escapulo-humeral, tiene visita en el CAD porque ha solicitado una “revisión de grado”. Ella va acompañada de María, su madre.

Las recibe una profesional, que mirando el expediente observa que han solicitado un cambio de médico (algo que la sanidad catalana reconoce como un derecho), sin embargo esta profesional comenta:
-Ah.., que han cambiado de medico?. Seguro que por un problema de relación, no?-.

María, la madre de Paula comenta muy educada y con un hilo de voz contenido;
-Mire, yo estoy en Asem Catalunya, y allí me comentaron que para la enfermedad de mi hija Paula, era mejor el Hospital de Sant Pau-.

La profesional, muy segura le dice:
-Eso no es cierto-.

María, cargándose de paciencia y de educación, responde:
-Mire, la verdad es que desde que estamos en SALT Pau, hemos solucionado lo de la fisioterapia para Paula, y antes, en el Hospital Comarcal, no había manera-.

Mirando a Paula con autosuficiencia, la profesional vuelve a decir. - Tonterías. Sí una vez pasado el nivel 1 ya no sirve la fisioterapia..-.

Se sigue dirigiendo a Paula y le dice:
-Lo que tienes que hacer es esforzarte en el día a día-.

Paula responde, entre indignada y humillada:
-Yo trabajo y cuando termino mi jornada laboral, llego a casa con dolores musculares-.

La profesional, que sabe demasiado, dirigiéndose a María...

- Sabe, si usted me viene que le duele el brazo, yo le hago rehabilitación, pero a ella… (Se refiere a Paula) mirándola de nuevo con autosuficiencia.

Paula insiste:
-Mire, es que yo me quiero ir a vivir a mi casa. Ahora vivo con mis padres, pero yo espero recuperarme y poder irme a mi casa.

La profesional que sabe demasiado, ladeando su cabeza y haciendo ondear al viento su larga melena, exclama.
-¡Bah¡-.

Esta es una historia real, aunque los nombres son figurados. No he querido utilizar los nombres reales porque la pretensión de esta protesta no es que sancionen al profesional, sino que nos sirva para reflexionar sobre este acto asistencial.

Y como soy escéptica de que esta protesta la lean los profesionales, ya que se prioriza la lectura de los comunicados oficiales o revistas políticamente correctas perpetuando así el discurso del todo va bien, pues este mismo escrito lo remitiremos mediante instancia a la Consellera de Acció Social i Ciutadania. Insisto, no para que sancionen a ningún profesional, pues no queremos profesionales sancionados, sino profesionales que no nos maltraten, o mejor dicho: profesionales que traten bien a los ciudadanos que nos acercamos a los servicios públicos.

 

Fem Estat de Benestar. Fem Catalunya.
Maria Ramos Miranda - 2010.