Proyecto social pedagógico Abedul.

Michelle Obama. Faceta humana de una mujer admirable.
Primera Dama de la Casa Blanca entre 2009 y 2017.

Perfil social y humano de Michelle LaVaughn Robinson Obama.

No son muchos los comentarios o artículos que dedica la prensa internacional a Michelle LaVaughn Robinson Obama (Primera Dama de la Casa Blanca entre 2009 y 2017), mas allá de aquellos que únicamente la dibujan como un icono para promocionar moda o similar.

Y ello me causa extrañeza, porque además de ser una mujer que expresa con naturalidad y sin forzarse una estupenda imagen de esposa y madre, es también alguien con un gran carisma personal y grandes dotes profesionales y vocacionales en cuestiones sociales.

Desde sus primeras apariciones en la campaña electoral apoyando a su marido Barak Obama, ha suscitado mi curiosidad su gran clase, naturalidad y saber estar. Y buscando información sobre ella, he descubierto a una gran mujer, con una excelente y ejemplar estela personal repleta de tesón y esfuerzo.

Michelle Obama nació en el seno de una familia humilde asentada en un barrio obrero del sector sur de Chicago. Es descendiente de Jim Robinson, un esclavo nacido en Carolina del Sur. Su madre Marian Shields Robinson, y su padre Fraser Robinson, trabajador del departamento de Servicios Hidráulicos del Ayuntamiento de Chicago, afectado por una enfermedad degenerativa (Esclerosis múltiple); la criaron junto a su hermano mayor Craig, con el afecto y la disciplina necesarios para que pudiera adquirir la educación que ellos no pudieron tener. Su padre Fraser, a pesar de la enfermedad, nunca dejó de trabajar para poder sacar adelante a la familia.

Michelle, siendo aún muy joven y sabiendo valorar los esfuerzos que su padre hacía, se propuso no defraudarlo nunca. Y tal y como en múltiples ocasiones la enseñaron; “mantuvo siempre una visión positiva ante las adversidades”.

Se marcó como meta su superación personal, en una lucha contra corriente basada en que; “no hay nada mas imposible que lo que uno no quiere proponerse”. Desoyendo a aquellos profesores que tras su graduación en 1981 le dijeron un día que no tenía la capacidad para aspirar a la Universidad “Ivi Leage”, un pequeño grupo de centros académicos universitarios en la costa Este de los Estados Unidos, a los cuales deseaba ingresar para iniciar estudios universitarios.

Su tesón y fuerza de voluntad inculcados por sus padres, la llevaron finalmente y pese a las serias barreras, a dos de esas universidades: Princeton y Harvard, donde ya manifestó claramente su vocación hacia las cuestiones relacionadas con la materia social, matriculándose en Sociología y Derecho.

En 1985 finalizó su carrera de Sociología, especializándose en Estudios Afroamericanos y graduándose con honores “Cum Laude” en el postgrado de “Artes”. Su tesis de graduación se denominó: “Princeton – Negros educados y la Comunidad Negra”.

Tres años después, en 1988 finalizó su carrera de Derecho, no sin antes haberse involucrado de lleno y durante esa etapa estudiantil en diversas participaciones dentro de la universidad, reclamando actuaciones para que las autoridades universitarias incluyesen en su plantel a profesores pertenecientes a minorías, y así mismo se aumentase la cuota de alumnos también de dichas minorías.

Su comienzo en el mundo laboral fue en el bufete de abogados Sidley Austin de Chicago, donde un año mas tarde, en 1989 conocería a su marido. En 1991, un año antes de contraer matrimonio, falleció su padre a raíz de las complicaciones derivadas de su enfermedad, y casi al mismo tiempo murió una de sus mejores amigas de Princeton.

Estos acontecimientos, la marcaron haciendo que su vida tomase un rumbo diferente, impulsándola hacia el trabajo social en el que se introdujo con una profunda vocación de servicio a los demás. Dedicándose a coordinar y animar a las personas para que prestasen apoyo voluntario a vecinos con dificultades especiales.

Comenzó una labor en dicha área como funcionaria en el Ayuntamiento de Chicago en la categoría de Comisionada Asistente de Planificación y Desarrollo en Asuntos Sociales, creando poco después un programa social “AmeriCorps” que prepara a jóvenes para el servicio social a la comunidad, donde asumió el cargo de directora ejecutiva.

En 1996, inició en la Universidad de Chicago, como decana asociada de servicios estudiantiles el primer programa de servicio comunitario de la universidad, y siendo vicepresidenta de asuntos externos y comunitarios del Centro Médico de dicha Universidad, las actividades de dicho voluntariado aumentaron notoriamente.

Su interés y compromiso por los demás, también lo pone de relieve, cuando manifiesta reconocer que lo que definitivamente le cautivó de su marido, nada mas conocerlo e invitarla “a salir”, asistiendo a un evento comunitario en una iglesia” en la que su pretendiente habló de; “El Mundo no como es, sino como debería de ser”. No solo fue su simpatía o atractivo, sino “ese compromiso y seriedad que no se encuentra a menudo”.

La entrada de su esposo en la carrera presidencial, supuso para ella un firme compromiso de participación muy activa en su apoyo, lo que es digno de admiración, dado que no es cosa muy frecuente en las esposas de los políticos una implicación así. Ello la llevó a dejar temporalmente su empleo para involucrarse con firmeza en la campaña, tarea que ha compaginado siempre con su primera prioridad, “el cuidado de sus dos hijas Malia y Sasha”.

Sus exposiciones públicas en diversos discursos y conferencias siempre han ido acompañadas de emotividad y acercamiento a las clases mas desfavorecidas y a las minorías. Poniendo de relieve a una mujer de grandes cualidades humanas y fuertes convicciones que se manifiesta con un carácter directo y sincero.

"Mi principal función seguirá siendo, con toda honestidad, el de madre y asegurarme de que en esta transición, que será más intensa para las niñas, ellas tengan una vida estable y ordenada" dijo en una entrevista concedida a la revista Ebony.

A la vista está que Michelle Obama es una mujer admirable, todo un ejemplo para una sociedad a menudo carente de personas con esta sensibilidad, compromiso y grandes dotes humanas. Ello desde luego, que duda cabe que ha contribuido positivamente en las decisiones del Presidente de los Estados Unidos entre 2009 y 2017, Sr Barak Obama, constatando el legendario dicho de que “Junto a todo gran hombre siempre hay una gran mujer”.

 

Enrique González Blanco.
Ciudadano con discapacidad, (España).
Afectado por distrofia muscular y autor de Proyecto Abedul.

 

 

Julio de 2009. (Act 2017).
Proyecto social pedagógico Abedul.
"Por unas ciudades y entornos pensados para todos".